jueves, noviembre 10, 2005

El país de la peste

Prueba de ingenio: Abrir el Google. Escribir: miserable. Marcar: Páginas en Espa?ol Pulsar: Voy a tener suerte. Y a ver qué sale. (gracias a F por descubrirme este truco, si buscáis ladrones os saldrá.... la SGAE.) Por Raimundo Castro. (Fuente: El Periódico de Catalunya, jueves 10 de Noviembre de 2005.) Los taquígrafos del Congreso están a media luz. Entre que no tienen claras las instrucciones del presidente de la Cámara, Manuel Marín, sobre la traducción de las intervenciones en catalán, gallego y euskera, y que los insultos que dirigen algunos diputados a los oradores --especialmente contra José Luis Rodríguez Zapatero-- son recogidos según un peculiar criterio, nadie sabe a qué atenerse. Lo que ha provocado las últimas discusiones, o un pu?ado de risotadas, ha sido el acta de transcripción del debate de totalidad sobre la reforma del Estatut de Catalunya. Las intervenciones en catalán que no fueron meros saludos protocolarios dirigidos a los tres representantes del Parlament (el convergente Artur Mas, la socialista Manuela de Madre y el republicano Josep Lluís Carod-Rovira) no se recogieron en el acta cuando los intervinientes no las entregaron por escrito. Lo comprobaron Carod-Rovira y Joan Herrera, portavoz de IU-ICV. Un gallego singular El despropósito lo culminó la transcripción de la última intervención de Carod-Rovira. El líder de ERC, dirigiéndose al del PP, dijo en gallego con ironía: "Moitas gracias tamén, se?or Rajoy, pola sua referencia a mi?a persoa. Non podré esquecer o seu xesto de solidaridade. Sempre que vostedes falan de min o meu partido incrementa o seus votos. Moltas y sinxelas gracias". Los taquígrafos recogieron así sus palabras: "Continúa su intervención en catalán". Ni una palabra Herrera no habló en gallego. Lo hizo en catalán. Dio las buenas tardes al president Maragall, a sus consellers, a los representantes del Parlament y a "totes les entitats i associacions de Catalunya que ens escolten i segueixen". Y a?adió: "Aquesta es la veu d'ICV-EUiA, la veu de la gent d'esquerra ecologista, catalanista i que s'identifica amb un Estatut i amb una proposta progressista de desenvolupament dels drets ciutadans i del drets de Catalunya com a nació". No se recogió ni una sola de esas palabras. La lengua de Pla sólo aparece en las actas, en negrita, cuando los intervinientes entregan los textos de sus intervenciones, salvo el "benvinguts" inicial de Marín. El primero en hacerlo fue Mas y el acta se?ala entre paréntesis: "Continúa su intervención en catalán, cuyo texto, que entrega al 'Diario de Sesiones', dice lo siguiente...". Esa precisión vuelve a repetirse con el lamento de Miquel Martí i Pol que transmitió De Madre y con el propio Carod-Rovira cuando entregó al Diario de Sesiones el "Jo vinc d'un silenci" de Raimon, bautizado por los taquígrafos como "Raymond". Insultos que se pierden El malestar por esa forma de recoger las lenguas cooficiales en las actas se extiende al modo en que se transcriben los insultos. Teresa Cunillera, de la dirección del grupo parlamentario socialista, no da crédito al hecho de que, tras decenas de interrupciones al presidente Zapatero, el acta sólo recoge que el diputado socialista Álvaro Cuesta dijo que los conservadores estaban "borrachos". Marín y otros miembros de la Mesa del Congreso oyeron perfectamente cómo un diputado llamaba "caradura" a Zapatero. No se recoge. Diputados socialistas aseguran que, cuando Marín pidió silencio, Jorge Moragas, diputado del PP por Barcelona, gritó: "No me da la gana". Tampoco se recoge. En general, las broncas conservadoras que estuvieron a punto de provocar la suspensión de la sesión sólo tienen una referencia: "Rumores". Unos rumores que invaden la transcripción.