lunes, septiembre 29, 2003
Criaturas Feroces
Demasiada gente y pocas personas. Odio a la gente, es un hecho. Parece una afirmación a la ligera pero no lo es (como tampoco lo era que odio fervientemente a Isabel Pantoja). La gente como generalidad es estúpida, sólo las personas individualmente pueden llegar a ser y/o a significar algo.
Voy caminando por la calle y sólo veo gente, tropiezo con gente, oigo y huelo (por desgracia la mayoría de veces) gente. Es una sensación horrible levantarse para ir a clase o a trabajar y subir a un vagón de metro repleto de gente. Si tienes suerte te toca estar rodeada de gente corriente que molestan pero no llegan a repugnar; pero si tienes uno de esos días en los que mejor debieras haberte quedado en la cama, te puede tocar cerca de un viejo verde, un nińo verde o lo que es peor un moro!! Sí de esos que con la excusa de que hay tanta gente en el metro tienen que pegarse a tu espalda y refrotarse con tu culo. En mi época de salir por Arena (disco de ambiente de Bcn donde las haya) de tanto que me tocaron el culo una vez, me puse a chillar en la pista de baile, pero en el metro lo único que puedes hacer, sino quieres llamar demasiado la atención y no tienes cuerpo para broncas a esas horas de la mañana, es pegar algún que otro codazo o pisotón.
Y peor que la gente en masa son los nińos en masa. Es algo probado que no le tengo demasiado apego a los nińos, pero es que algunos se lo ganan a pulso. Me JODE mucho que cuando voy andando por la calle (no caminando, sino andando, disfrutando del camino) y pase un nińo corriendo, me roce a la altura de las rodillas y continúe gritando "escolta macaaaaaaa escolta macaaaa a mi no m'agrada el pebrooooot".
La semana pasada fui a El Corte Inglés (empresa/establecimiento que odio desde lo más profundo de mi corazón) y por caprichos de mi hermana decidimos bajar desde la séptima planta en ascensor, porque según ella se va "más rápido" (ja!) Entonces el ascensor paró en la quinta y subieron una madre y tres nińos rumanos que no paraban de hablar-gritar en su idioma. Uno de los nińos picó a todas las plantas con lo cual hicimos parada en toooooooodos los pisos y, por supuesto, seguían gritando algo como "imitxi imitxi imitxi!!". Si no grité " - se pueden callar de una puta vez esos nińos rumanos!!" en pleno ascensor, fue por respeto al resto de ocupantes del mismo, que no merecían un trato tan vejatorio como ese.
Con lo contenta que he amanecido hoy (y lo que extrañamente sigo para ser un día laborable) y lo mucho que acabo de destripar a ciertos sectores indeseables de la población......
En fin, que la gente es estúpida, yo sólo quiero a las personas.
Sonando Horror en el Hipermercado, Alaska y Pegamoides
Empujando mi carrito, lleno de Quench y Mielitos; Mari Pili va muy mona con su faldita de goma, uh! Terror en el hipermercado (terror), horror en el ultramarinos (horror), mi chica ha desaparecido (terror), y nadie sabe cómo ha sido, no!!! Mari Pili, rica, guapa, de bonito ni una lata, ves deprisa, ves corriendo, yo te espero en complementos, oh! Llevo horas esperando, Mari Pili está tardando; esta chica no coordina, Mari Pili, ven, monina ah! ¿De quién es esta cabeza, este brazo, esta pierna? Ay, Mari Pili, eres tú, ay, qué disgusto, qué cruz,uh!
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