6 Bobinas

Grease is still the WORD Quién no recuerda pasar una cálida noche de verano junto a Danny y Sandy? Quién no ha bailado nunca a ritmo de John y Olivia? Quién no ha fantaseado nunca con los T- Birds o las Pink Ladies? Quién no ha imaginado nunca recorrer el instituto Rydell? Quien responda que no, MIENTE!! Y es que Grease es uno de los musicales que han marcado historia en la (valga la redundancia) historia del cine. Como ferviente seguidora del genero musical debo decir que Grease es uno de mis favoritos, y no sólo porque John Travolta esté para comérselo, ni porque la música sea la banda sonora de mi ninyez, ni porque en la graduación montaran una feria en el patio del instituto y yo sonyara que así sería mi graduación, ni porque uno de los compositores sea uno de los hermanos Gibb (Sí, sí, el cuarto Bee Gee), sino porque Grease es mucho más que un simple musical, es más que una historia de amor adolescente, Grease es BRILLANTINA. Amo la música y amo el cine.... qué mejor que mezclar ambos registros para crear auténticas obras de arte?! Parece sencillo pero no lo es. Existen muchos ejemplos de PATATAS, cuando hablamos de musicales (véase Sonrisas y Lágrimas o Crossroads). Pero existen genios que consiguen hacer del musical, películas que marcan épocas. Así sucedió con Grease, y así sucedió con Moulin Rouge! hace no mucho, resucitando así un género, prácticamente olvidado de la mano de dios.... Y qué decir de Dancer in the Dark de Von Trier? Ese musical es capaz de resucitar a un muerto. Es imposible ver esa película y no estremecerse, no emocionarse, no llorar. Pero volvamos a Grease, que es lo que nos ocupa. Sí, diréis que tanto John como Olivia estaban entraditos en anyos, que es la típica historia de chico conoce a chica y en la que al final todos acaban felices, pero... y qué más da? Cuántos os habéis sentido identificados con esas charlas en las gradas? Con esos almuerzos con las "chicas", con esos primeras experiencias sexuales, con esas rivalidades absurdas entre los "guays" y los "empollones"? La magia del cine nos hace creer que adultos de los 70 son adolescentes de los 50 (sí, Stockard Channing tenía 34 anyos!). Nos hace creer que el instituto Rydell existe (la película se rodó en tres institutos diferentes: las escenas de exterior se rodaron en el Venice High School de Los Ángeles, las escenas en las clases en el Huntington Park High School de Huntington, y las escenas de carnaval de la graduación en el John Marshall High de Los Ángeles.) Y nos hace creer que realmente podemos cantar para expresarnos (quién no ha intentado hablar alguna vez cantando??) Quizá no haya ordenadores, quizá no haya playstation, quizá no hagan windsurf o no hagan fotos con una digital cam, quizá no bailen reaggeaton y no ensenyen cacha... pero ni falta que hace. No muchos anyos atrás, solía utilizar una frase que decía algo como "todas las respuestas a la adolescencia puedes encontrarlas en Grease", y hoy como ayer, sigue siendo cierto. Sonando Cool Rider, Michelle Pfeiffer - Grease 2 OST 1982 If you really want to know what I want in a guy Well, I'm looking for a dream on a mean machine with hell in his eyes I want a devil in skin tight leather, he's gonna be wild as the wind. And one fine night, I'll be holding on tight to a Cool rider, a cool rider If he's cool enough, he can burn me through and through If it takes forever, then away forever No ordinary boy, no ordinary boy is gonna do I want a rider that's cool.

lo recitó PennyLane @ 7:14 p. m.