miércoles, mayo 18, 2005
Desde la oficina con amor...
(El retraso en la publicación del post es debido al infortunio de no tener conexión a internet en el ordenador del trabajo).
Hoy todas las escenas me recuerdan a "El apartamento" de Wilder. Los trabajadores, los sonidos, el ritmo, el ambiente, los colores(o más bien la ausencia de ellos).
Estoy en la oficina. Son las 12.10. Salgo en poco menos de dos horas. Fuerra llueve y todavía tengo los pies húmedos por la regata entre las aguas, bordeando el Parc de la Ciutadella, de camino a la oficina. Por suerte hoy no he tenido que desplazarme hasta el Registro Mercantil, no he tenido que "visitar" ninguna notaría, no ha sido necesario ir a Correos a enviar ningún burofax urgente o ninguna carta certificada administrativa.
Un día relajado pero enturbiado por la resaka que nos ha dejado el fin de semana. El personal está apagado, sumido en sus tareas, observando incesantemente las pantallas de sus ordenadores, como si se les fueran a salir los ojos de las órbitas. Incluso diría que los teléfonos han dejado de sonar y que el fax se ha declarado en huelga indefinida.
La gente a mi alrededor baja en procesión a la máquina de cafés para despertar el ánimo, y yo, desempenyando mi ingenio, he terminado en un par de horas las alegaciones más complicadas (que no más surrealistas) que he tenido que hacer hasta el momento. Esperemos que le gusten a mi "jefe", al Director del Hotel Sevilla Congresos y al Delegado de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de Sevilla.
Y en este marco me he acordado de algo curioso que vi ayer.
Noticia en el telediario de Antena 3 (dónde sino....); la mayoría de los espanyoles están contentos con su trabajo. Lo más valorado: el companyerismo, incluso por encima del salario. Por la noche, Dani Mateo en Paramout Comedy nos cuenta que los trabajadores del Winsor al ser entrevistados por la prensa habían calificado de tragedia el incendio, mientras que realmente sintieron alegría. Asalariados que no deben acudir a su puesto de trabajo por tiempo indefinido, por causas ajenas a ellos, y que por tanto van a cobrar igual.
Dos versiones de la realidad, la edulcorada, idealizada y por qué no decirlo, manipulada por los medios..... de siempre, y la fría y cruenta realidad, la que nadie se atreve a pronunciar en voz alta.
Yo me quedo con la segunda, porque además de ser totalmente fiel a la verdad, nadie en sus cabales creería que, tal y como están las cosas en este país lleno de fascio, importe menos el salario que a quién tienes por companyero en la oficina. Al fin y al cabo, el alquiler de nuestro cuerpo por 40 horas semanales (los afortunados), no incluye el alquiler de nuestra mente, a menos que lo especifique el contrato.....
Quién ha dicho que no podamos dejar volar nuestra imaginación???
Sonando Shoulda, Woulda, Coulda, Beverly Knight
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