martes, agosto 31, 2004

Sexo, pudor y lágrimas Bernardo Bertolucci y el sexo. Interrelacionar al director con ese concepto podría darme casi casi un post infinito, pero me voy a limitar a hablar de dos de sus más recientes películas: Belleza Robada (Stealing Beauty) y Sonyadores (The Dreamers), donde se respira sexo, erotismo y libertad. Stealing Beauty, debo confesar, es mi más reciente hallazgo cinematográfico ya que la visioné por casualidad una noche en la que zappeando, me la topé en TV3. The Dreamers sin embargo, he podido digerirla con más detenimiento y conocimiento de causa. Ambas comparten como nexo común el despertar de la sexualidad, que Bertolucci trata de una manera muy sutil pero directa a la vez. Los adultos, a un lado por favor, el sexo aquí es de los jóvenes. Pero qué tiene este italiano poeta, que fuera asistente del gran Pier Paolo Pasolini, que le hace describir tan estupendamente el erotismo en sus películas?! Creo que no he visto ninguna película que describa tan perfectamente el erotismo como Stealing Beauty. Se respira tensión sexual en cada una de las escenas en las que aparece Liv Tyler (y eso que no la encuentro especialmente atractiva, me recuerda demasiado a su padre como para verle la guapura). En The Dreamers sucede lo mismo, a cada fotograma la tensión sexual entre el trío protagonista va tomando más fuerza, hasta alcanzar el clímax (en la escena de la cocina) para finalizar con la pérdida de la virginidad, exactamente igual que en Stealing Beauty. Además en ambas películas esa tensión se produce con un elemento pecaminoso o casi incestuoso que roza la perversión de una manera totalmente inocente. Así una caricia en el tobillo parece casi una agresión sexual en parte consentida en Stealing Beauty, al igual que se agreden mediante sus juegos "eróticos" a los que se someten los hermanos de The Dreamers. Pero me encanta esa doble cara, esa dualidad con la que presenta el sexo, confianza y temor, seguridad y riesgo, dolor y placer; un universo sexual ilimitado, sin tabúes, sin pudores, donde sólo tus fantasías te conducen a donde quieras llegar sin fronteras. De ese modo los personajes se entregan a sus instintos, de ese modo el voyeurismo está presente en ambos largometrajes de forma continua, de esa manera el sexo se nos presenta a menudo como una adicción. Y ahora, no os apetece sudar un poco a ritmo de vuestros cuerpos? Supongo que esto no son más que divagaciones de alguien a quien no le apetece estudiar y que se obsesiona demasiado con las películas. Por cierto, hoy he estado tentada en la FNAC cuando he visto "El último emperador" en DVD a 6.95... si es que son malos y quieren hacernos consumir!!
Sonando My baby just cares for me, Nina Simone My baby don't care for shows My baby don't care for clothes My baby just cares for me My baby don't care for cars and races My baby don't care for high-tone places. Liz Taylor is not his style And even Lana Turner's smile Is somethin' he can't see My baby don't care who knows My baby just cares for me.