miércoles, febrero 16, 2005
Amor Idiota
"Mi vida constituye un largo y provechoso viaje hacia la idiotez. Un día, siendo adolescente, me di cuenta de que era idiota. Unos cuantos a?os más tarde, descubrí que no era el único. Ahora que voy camino de los treinta y cinco a?os estoy convencido de que no únicamente todo el mundo es idiota, si no de que nunca dejamos de serlo".
La verdad es que debí postear sobre Amor Idiota el día de San Valentín, ya que era más apropiado ;), pero no tuve demasiado tiempo (y no fue por celebrarlo sino que estuve en casa de A instalando su PC nuevo, o al menos lo que pudimos).
Nunca he celebrado San Valentín... a menos que yo recuerde, pero sí me acuerdo de algunos anyos viendo partidos de fútbol o simplemente en clase o trabajando, y es que al fin y al cabo, para decirle a la persona que tengo a mi lado que la quiero.... realmente necesito esperar al 14 de Febrero??
Total, que San Valentín por aquí, San Valentín por allá... decidimos ir a ver Amor Idiota de Ventura Pons.
La película está basada en la novela de Lluís-Anton Baulenas "Amor d'Idiota" (autor también de "Anita no pierde el tren") y parte de la premisa de que todos somos idiotas. La diferencia de esa colectividad de idiotas con Pere-Lluc (Santi Millán al que by the way, no aguanto) es que él, es consciente de ello y no se avergüenza, es más, lo potencia.
Sumido en la más caótica de las rutinas e invadido por el alcohol y la hierba, Pere-Lluc, se obsesiona con una chica misteriosa (Cayetana Guillén Cuervo) a la que conoce en una agonizante noche barcelonesa, después de saber la noticia de que uno de sus mejores amigos ha muerto.
Sin saber qué decirle, su obsesión va creciendo día a día, hasta convertirse en enfermiza, pero al fin y al cabo... qué podemos esperar de un idiota?
Arropado por sus dos amigos (Marc Cart?s del que estaba utterly in love cuando iba a EGB, i Merc? Pons) así como de su padrino (Jordi Dauder o más conocido como Mateu en Nissaga de Poder) emprenderá un camino sin retorno hacia una relación de idiotas, a la que podríamos denominar amor.
Aunque parezca un cuento tormentoso, la película rebosa esperanza y nos habla de temas universales, la vida y la muerte, la muerte en vida, el despertar de la apatía, la pasión, el fin de la pasión, el amor, el sexo, el enganyo. Todo esto desde el escepticismo, la ironía y el humor, porque reirse de uno mismo, es una de las cosas más sanas que podemos hacer.
El sexo es una de las partes importantes de la película (una de las escenas reproduce unos 18 polvos seguidos) y los desnudos se muestran con total naturalidad, y es que el sexo para estos dos idiotas es lo que les une, frívolo o no, el sexo es lo que nos une.
Descontrol, exceso y desenfreno. Tanto las imágenes, como la historia, como los movimientos de cámara, como la narración, nos evocan y nos llevan a sentir lo que ambos personajes: descontrol, exceso y desenfreno. Deseo. Caos.
Rodada en Barcelona y casi íntegramente en catalán, es bueno ver cómo el cine catalán y en catalán van abriéndose camino en la industria cinematográfica. Que ya estamos hartos de tanta Paz Vega por aquí, y tanto Jorge Sanz por allá. En resumen, cine inteligente y de calidad. Se puede pedir algo más en San Valentín?
"Los idiotas sólo podemos tener fe, esperanza y caridad. Y un poco de amor, porque es gratis".
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