domingo, diciembre 28, 2003
ViViendo Sin LímiTes
Antes, cuando había que pedir un deseo (en los cumpleańos, en fin de ańo, cuando se caía una pestańa, cuando abrías un paquete de cigarros.......) pedía siempre lo mismo. Ahora, ese deseo por fin se ha hecho realidad, y tengo que pensar en otro deseo. Esto me hace pensar, y me confirma eso de que si deseas algo con fuerza y fervientemente, y persistes en ello, acaba convirtiéndose en realidad.
Pero hay que vigilar con lo que uno desea, no porque pueda hacerse realidad, sino porque una vez que se cumpla quizá estemos condenados a no quererlo nunca más. Para que el deseo persista, no debemos conseguirlo, debemos desear la fantasía del propio deseo, su objeto debe estar siempre ausente. Toda una paradoja.
Es extrańo porque me ha pasado muchas veces. Soy una persona poco espontánea pero muy impulsiva, muy pasional y bastante cabeza loca, así que puedo tramar cosas descabelladas y hacerlas.......pero una vez las he hecho quizá no me satisfagan como había pensado.
Dicen que deberíamos desear cosas imposibles, no reales, para que jamás puedan realizarse, y así vivir siempre a la expectativa de que puedan o no cumplirse, porque dicen que sólo somos realmente felices sońando con la futura felicidad.
Pero qué quereis que os diga, cuando consigo algo que llevo mucho tiempo deseando, me siento divinamente,
satisfecha y feliz. Menos filosofía y más chocolate!
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