miércoles, marzo 24, 2004

The Trouble With Being Myself Escoge cada uno la vida que lleva o la vida que llevamos nos escoge a nosotros? Una mańana cualquiera, cuando no estás especialmente feliz o deprimido, no estás especialmente guapa o especialmente fea y, sobretodo, no estás preparada, especialmente, te das cuenta de que tu vida no es la que siempre quisiste que fuera. Sí, puedes tener cosas que formaban parte de tu "vida" pero no es completo, es ahí cuando reparas en el problema sobre ser tú mismo. Entonces es cuando empiezas al plantearte el sentido de las cosass, el sentido de las personas que te rodean, el sentido de las palabras que dices y de las que no dices, y en ese preciso momento comprendes que todo está en tus manos, en ese momento eres dios. El corazón es un órgano de fuego, y como todas las personas que nos guiamos por el corazón, tiendo a descarrilar de la autopista que me llevaría directa a mi vida. Sí, tengo buenos despegues pero suelo fastidiarlo en los aterrizajes. Por eso soy tan predeciblemente impredecible. Puedo estar radiante y al minuto estar hundida, sin porqués, sólo porque sí. Estar conmigo, emocionalmente, es comparable a subir en la montańa rusa. La felicidad, otro apasionante tema. S dice que las personas anhelamos eso que llamamos felicidad pero que a la vez lo que queremos es ser desdichados para sufrir. Hasta ayer yo opinaba igual. Buscamos la felicidad a toda costa, con nuestra casa perfecta, nuestra familia perfecta, los amigos perfectos, la cuenta del banco perfecta, la pareja perfecta, la ropa perfecta, pero lo que realmente queremos es tener una vida perfecta con la casa imperfecta, la familia imperfecta, los amigos imperfectos y la pareja imperfecta (lo de la cuenta del banco, cuanto más perfecta mejor). Cuanto más podamos dramatizar sobre nuestras vidas más infelices nos sentimos y más nos satisfacemos a nosotros mismos. Pero la felicidad sí puede lograrse, lo único que debemos hacer es modificar nuestro concepto de la idea de felicidad. Felicidad no es el estado perpetuo e infinito de ánimo que se consigue cuando no existen problemas en la vida de una persona. Felicidad es el sentimiento que nace en aquellos momentos en los que estás con la persona que quieres, haciendo las cosas que te gustan o quieres y sin preocuparte el resto del mundo. Felicidad es aquello que vivimos en cada momento. Comparado con ser una adolescente Iraquí todo esto suena a gilipollez de nińa pija. Somos los nińos grandes de la historia, sin propósitos o ideales. No tenemos ninguna gran guerra o ninguna gran depresión. Nuestra gran guerra es una guerra espiritual y nuestra gran depresión son nuestras propias vidas. Fuimos criados por la televisión que nos hizo creer que seríamos millonarios, dioses del cine y estrellas del rock, pero no lo seremos. Ahora lo estamos aprendiendo. Y estamos muy pero que muy cabreados.