viernes, junio 11, 2004

'Força Barça, força Zapa' "El PP ha hecho de la mentira su gran instrumento electoral" Josep Borrell. OLGA MERINO BARCELONA Dios y Lenin existen. Y los milagros, también: los socialistas, con el se?uelo de lo más granado de su clase política, lograron ayer el prodigio de un llenazo absoluto en el Palau Sant Jordi, en tarde laborable y encima soleada. Aunque un enorme telón negro se comía parte del graderío --qué más da; al fin y al cabo, la vida es una sucesión de trampitas--, el estadio estaba repleto, abarrotado, a reventar: 18.000 entusiastas personas, según cálculos de la organización. O sea, el mitin más numeroso durante esta sosa campa?a en una Europa que no acaba de desperezarse de la siesta. La canícula se nos ha echado encima, y todavía se filtraba el sol por los ventanales cuando Zapatero hizo su entrada triunfal entre un mar de banderas rojas (socialistas), azules (europeas) y cuatribarradas y un coro de voces que jaleaban: "?Presidente, presidente, presidente!". Sería por eso, por el calor, que la convocatoria tuvo un cariz muy veraniego, casi de preverbena, como de salida al campo con sandía, xibeca y lomo empanado. Tanto es así que el portavoz del PSC, Miquel Iceta, acudió a la velada con un atuendo muy casual: una camiseta negra con letras blancas estampadas que decían "socialisme". Un grupo de batucada brasile?a y la cantante Lucrecia, la de las trenzas de colores --"mi gente no quiere que le coman la cabeza"--, contribuían a dar un ambiente de festa major y a movilizar las caderas de la militancia. Tornem a Europa, Bush tremola, Força Maragall, ZP mai falla, rezaban las pancartas (esta última con cierto aire de anuncio de preservativos). La armónica de Dylan Una melodía de armónica a lo Bob Dylan era el relevo que encadenaba a los ilustres teloneros que precedieron a Zapatero en la tribuna. Con buen rollito y fraternidad, como en las acampadas hippies, las consignas antibélicas fueron las más coreadas por el respetable. Por ejemplo, cuando el ministro José Montilla --"?Maravilla!", le gritaban-- recordó que Aznar "visita a los halcones de la Administración Bush, que proponen la guerra preventiva". También fue muy celebrado el "oiga, nos vamos", de José Borrell, en alusión al repliegue de tropas de Irak. Pero si alguien hubiese instalado ayer un aplausómetro en el Palau Sant Jordi, dos intervenciones se habrían llevado el premio de la máxima algarabía. La primera, cuando el president Pasqual Maragall introdujo a Zapatero con la frase: "José Luis, ésta es tu gente". La segunda, cuando una pe?a barcelonista de Badalona, armada con una pancarta azulgrana --Força Barça, força Zapa--, consiguió que el gentío coreara el oé, oé, oeeeeeé y que, al final, el presidente se arrancara a decir: "?Visca el Barça!"