sábado, enero 08, 2005

La Spagnola Australia, 1960. Lola, una inmigrante espa?ola, es abandonada por su marido, Ricardo, que se fuga con una australiana dejándola con una hija de 14 a?os, embarazada y en la miseria. El amor, el rencor, el odio, la supervivencia, los conflictos raciales y el humor, están presentes en los escasos 83 minutos que dura el metraje. * Dirigida por Steve Jacobs a partir de un guión de Anna Maria Monticelli. Nacionalidad australiana, anyo 2000.
La verdad es que la película pasó sin pena ni gloria por la cartelera espanyola y bastante desapercibida para el público en general (exceptuando su llamativo cartel publicitario y la nominación por la Academia Australiana para los Oscar). A tenía ese cartel colgado en su habitación desde hacía dos anyos, y pese a ello, ni él ni yo habíamos visto la película. Paseando por el centro, vi el DVD a un módico precio; así que decidí comprársela. Anoche la vimos y nos encantó. La película es un drama con toques de comedia, una historia agridulce pero tierna. Las tres actrices principales (Lola Marceli, Lourdes Bartolomé y Alice Ansara) realizan unas interpretaciones perfectas, y el final, muy bien resuelto. Es una película para deleitarse con la historia, para reirse de la imagen que damos los espanyoles (y en este caso las espanyolas), que aunque a veces exagerado, no deja de ser real. La única pega que le encuentro es que los anglos suelen confundir (por falta de documentación, evidentemente) el folklore y la cultura espanyolas con la sudamericana. Pero ya se sabe, todo lo que suene a hispano para ellos es exactamente lo mismo.... verdad? DOCUMENTACIÓN!! Lo dicho, una película para ver y disfrutar, porque una servidora y su fiel acompanyante, no dejaron de sonreír ni un minuto, a pesar de que la banda sonora contuviera melodías y cánticos caribenyos que poco tienen que ver con la música typical spanish. Eso sí, siempre en versión original. Doblar esta película, o en su defecto, verla doblada, es una auténtica aberración. Sonando A tu vera, Malú - Por una Vez 2004 A tu vera, siempre a la verita tuya, siempre a la verita tuya, hasta que de amor me muera. Que no mirase tus ojos, que no llamase a tu puerta, que no pisase de noche, las piedras de tu calleja. A tu vera, siempre a la verita tuya, siempre a la verita tuya, hasta que de amor me muera. Mira que dicen y dicen, mira que la tarde aquella, mira que se fue y se vino, de su casa a la alameda. Y así mirando y mirando, así empezó mi ceguera, así empezó mi ceguera.

lunes, enero 03, 2005

El Primero del Anyo Primer post del 2005: Lunes 3 de Enero. Primera peli en DVD: AMADEUS de Milos Forman. Primera peli en cine: WHISKY de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll. Primer libro: Cuentos sin plumas de Woody Allen. Primer disco: John Lennon "Acoustic" Primera canción remarcable: Milonga del moro judío de Jorge Drexler. Primera guía de viajes: Nueva York de acento. Primera visita a la FNAC: Lunes 3 de Enero a las 20.35. Primer canuto del anyo: Sábado 1 de Enero a las 00.40. Primera visita a l'estació del Nord: Domingo 2 de Enero a las 00.11. Primera compra: un cinturón para A lunes 3 de Enero a las 21.05. Primer trabajo de bricolage: colgar una cortina para el dormitorio de A, Lunes 3 de Enero a las 22.00. Sonando Milonga del moro judío, Jorge Drexler - Eco 2004
Por cada muro un lamento en Jerusalén la dorada y mil vidas malgastadas por cada mandamiento. Yo soy polvo de tu viento y aunque sangro de tu herida, y cada piedra querida guarda mi amor más profundo, no hay una piedra en el mundo que valga lo que una vida. Yo soy un moro judío que vive con los cristianos, no sé que Dios es el mío ni cuales son mis hermanos. No hay muerto que no me duela, no hay un bando ganador, no hay nada más que dolor y otra vida que se vuela. La guerra es muy mala escuela no importa el disfraz que viste, perdonen que no me aliste bajo ninguna bandera, vale más cualquier quimera que un trozo de tela triste. Y a nadie le dí permiso para matar en mi nombre, un hombre no es más que un hombre y si hay Dios, así lo quiso. El mismo suelo que piso seguirá, yo me habré ido; rumbo también del olvido no hay doctrina que no vaya, y no hay pueblo que no se haya creído el pueblo elegido.