miércoles, febrero 25, 2009

Para todo lo demás Mastercard

Quemar un cajero automático en Pamplona defendiendo la libre autodeterminación: Delito. 10 anyos de prisión, 22 millones de las antiguas pesetas de indemnización y cosecharse el odio acérrimo de la sociedad nacionalista espanyla.
Destrozar una herriko taberna: No delito. Perdón popular, apoyo de los partidos mayoritarios, conversión en héroe y símbolo de la lucha espanyolista.
Ser fascista en Espanya no tiene precio, están en todas partes. Cuánto cinismo.