lunes, marzo 02, 2009

Gracias y desgracias de Slumdog Millionaire, la más grande tomadura de pelo jamás contada:

[contiene spoilers]
Muchas son las cualidades técnicas de esta película, sobretodo en lo que se refiere a la fotografía, que es más que destacable, lo que por otro lado no es de extrañar cuando lo que se retrata es un país como la India; pero al finalizar la película, la sensación que se le queda al espectador crítico es la de haber presenciado una gran tomadura de pelo.
Y es que Danny Boyle, cuyo único trabajo reseñable es la ya olvidada Trainspotting, se queda a medio camino entre la crítica social más desgarradora (emulando a Ciudad de Dios de Fernando Meirelles) y la más burda comedia romanticona y edulcorada al estilo Pretty Woman.

Dirigida de forma poco convencional, lo que se traduce como película con alma de videoclip mtvero, es una cinta diseñada en todos los aspectos para agradar y ser exhibida, pues el final feliz en el que el bien gana sobre el mal y el chico de la calle acaba conquistando el mundo, es el sueño americano que nos llevan vendiendo desde Hollywood hace ya más de 80 años.

Empezaré con el guión, el cual es digno del más rancio de los guionistas de la factoría Disney, y que adornan con una explosión de colores pastel, persecuciones y tiroteos increíbles y serpentinas de tragicomedia, pues los 120 minutos que dura la película bien podían recortarse en el tiempo que dura cualquier episodio de Mickey y sus amigos.
Jamal, huérfano desde los 6 años, analfabeto, con un hermano que le putea, un amor desgraciado y sin dónde caerse muerto, en definitiva, una vida llena de penurias, abusos y mala suerte, acaba acusado de fraude al llegar a la última pregunta del concurso “Who wants to be a millinonaire”. Pero cómo un chaval de la calle ha conseguido conocer las repsuestas? Para explicarlo, Jamal nos explica la historia de su vida, e intenta convencer a las “amables” autoridades indias (y al público) de que es obra del destino (porque él se lo merece, olé ahí queda eso). Hasta ahí, podría parecer hasta original en lo que se refiere a argumento, flojo, pero no demasiado inconsistente.

Así en una serie de flash-backs, se desmenuzan poco a poco varias etapas de la vida del chico, durante las cuales las respuestas del concurso se cruzaron en su camino, todo esto, por orden cronológico, mire usted. A partir de ahí, Boyle construye una serie de personajes inundados en tópicos e intenta localizarlos en un contexto social de extrema pobreza, describiéndonos la dureza de las condiciones de vida en la India, de una forma cruda y directa.

El problema sobreviene cuando ése intento de retratar las consecuencias sociales de pobreza en los sectores más desfavorecidos de la sociedad india se convierte en una fábula artificial, noña y un canto a la sensiblería y el pastelismo, pues los últimos 45 minutos del film rozan la más absoluta ridiculez. (sólo a mí me dio la risa cuando Lantika corre en busca del teléfono para responder al comodín de la llamanda, y se nos ameniza la escena con la sintonía de Who wants to be a millionaire?!?!)

Si contamos un cuento, contamos un cuento, y si contamos un drama social contamos un drama social, lo que no podemos hacer es contar un drama social y manipularlo de forma que se convierta en una comedieta con sabor a anuncio de Coca-Cola porque no es serio. Porque trata a los espectadores de estúpidos y porque de ese modo en ningún momento la historia en sí puede ser verosímil.

Algunas cosas que rozan lo inexplicable y el absurdo:
- Malik y Jamal iban la Cambridge University UNICEF? Porque ambos, pobres y analfabetos, hablan en perfecto inglés.
- Malik, que al parecer carece de escrúpulos, salva a su hermano de perder los ojos, le ayuda a recuperar a Lantika, después la viola y se fuga con ella dejándolo solo, cuando la reencuentra al cabo de los años, vuelve a arrebatársela y le raja la cara. Jamal no le perdonará nunca pero duerme en su casa. Vuelven a encontrarse él y Lantika, Malik les putea, pero finalmente se redimirá de sus pecados y morirá por el amor de la pareja protagonista.
- El diálogo entre Lantika y Jamal adultos “- De qué viviremos? - De amor”. Puro bochorno.
- La única frase que oímos en la emboscada en la que muere la madre es “Son musulmanes. Matémoslos.”
- Que en las bases de datos de las empresas de marketing telefónico en la India aparezcan los móviles de los mafiosos más buscados.
- Que Jamal encuentre tan fácilmente a Lantika en una ciudad de 19 millones de personas, no sólo una, sino varias veces.
- La apoteósica pregunta de los 20 millones, no me la esperaba para nada….
- El bailoteo bollywodiense final, y esa estrofa en castellano. Sólo faltaban Bisbal y el público gritando OLÉEEEEE
- Que un niño pobre tenga un billete de 100$ y se lo de a otro.
- La respuesta de los turistas americanos a Jamal al ser golpeado por las autoridades: “Aquí tienes un poco de la verdadera América. Toma, dinero”. (me tengo que reír de pena o llorar de risa?)
- Esa obsesión escatológica de Boyle por los inodoros llenos de mierda.
- Los comentarios del presentador a Jamal y sobretodo, su encuentro en los servicios durante el descanso del programa.
- La escena de Malik en la bañera, los billetes, el tiroteo…. es que Tarantino poseyó a Boyle por unas horas?!
- Esas persecuciones inverosímiles en las que un par de niños escapan de no pocos agentes sólo por patas.
- La brutalidad policial en la India desaparece cuando llega la madre de los niños
- Los 30 segundos de la llamada que dudo que sean 30, me parecieron más entre 50 y 70 segundos. Un poquito de rigor en esto al menos.
- Que el programa se emita en directo y en inglés.
- Cómo aprende Jamal a utilizar un ordenador?
- La empatía de los torturadores hacia Jamal a medida que cuenta su historia

Vayamos con los personajes principales. Jamal, Malik y Lantika. Tres personajes, tres mosqueteros, tres personalidades planas. Los tres personajes están poco trabajados, son superficiales y no gozan de la más mínima autenticidad. Jamal es el [anti]héroe por antonomasia, el único problema es que de tan apático, ni siquiera convence. Siempre agachando la cabeza, siempre en busca de su amor perdido, como si no tuviera que preocuparse de cosas más importantes en su situación. Lantika, de la que no sabemos realmente si está o no enamorada de Jamal hasta que tiene la posibilidad de ganar 20 millones, es carne de burdel durante toda la película. Gracias a su personaje la película nos lleva a las partes más soporíferas del metraje.
Y finalmente Malik, mi favorit, que no deja de ser el típico villano trasnochado.Por qué esos giros tan radicales en su personaje? Es un mafioso peligroso pero de buen corazón. Le raja la cara a la chica pero finalmente muere por la felicidad ajena en un acto de generosidad absoluta.
Mención aparte merecen los intérpretes. Los niños realizan un muy buen trabajo, el problema son los personajes adultos. A modo de ejemplo, las expresiones de Dev Patel (Jamal), son más bien poco creíbles en especial cuando recibe la paliza de la policía. Y la mujer de los sueños de Jamal, mujer florero, personaje que aporta más bien poco o nada.

Y bien, estamos todos de acuerdo en que existe un tipo de cine plagado de explosiones, monstruos, alienígenas, meteoritos que van a aplastar la tierra y otras desgracias varias (Godzilla, Independe Day y similares) diseñado explícitamente para su consumo masivo junto con un bol gigantesco de palomitas y 2 litros de Coca-Cola. Y la mayoría estamos de acuerdo con que la calidad de este tipo de cine es más que cuestionable (salvo contadas excepciones). Pero el peor no es éste tipo de cine, el peor es ese cine que sólo se basa en la técnica, en una realización purista, medida, una buena fotografía, una buena banda sonora y explosiones de sensiblería y sentimentalismo. Y éste es el peor de todos, pues muchos son los que lo consideran de calidad, pero realmente no es más que cine de éxitos blockbuster encubierto por un envoltorio de pretenciosidad porque en realidad no transmite nada. Y en estas que Slumdog Millionaire es una de estas películas. Pretende tanto, que al final sólo consigue que la olvidemos y pasemos a otra cosa.

Mi voto, a falta de ver The Wrestler y El curioso caso de Benjamín Button, hubiera sido para The Reader sin duda. Una película de tal sencillez que consigue removerte por dentro como no lo hacía ninguna otra desde Dear Wendy. Su grandeza reside en la falta de pretensiones y sobretodo, en la carga emocional y moral que contiene. Slumdog por el contrario, es una simple y en la mayoría de los momentos, historia de amor insustancial al más clásico estilo de Hollywood.
Por último recalcar, que ni tanto ni tan malo. Simplemente no merece 8 Oscar y por eso soy tan estricta a la hora de valorarla. Sino hubiera conseguido ningún premio, pasaría como otra película cualquiera del domingo por la noche en TVE: desapercibida por su insignificancia. Para mí, el mayor fraude en los Oscar desde Gladiator.

Para cuentos de hadas: El tigre y la nieve (Roberto Benigni, 2005)